6 cosas que aprendí de las terapias psicológicas

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¿Recuerdas cuando en el post sobre mi testimonio luchando con ansiedad y depresión conté lo mucho que me costó acudir a un especialista por todas las excusas que decía para no ir?

Hoy te cuento los grandes beneficios que obtuve de ir al psicólogo. Esto no se trata de ninguna publicidad, sólo es transmitirte mi experiencia. Porque si tu reconoces que te sientes mal contigo mismo/a, con tu entorno o cuando después de haber compartido tus problemas a familiares o amigos sigues sin solucionarlos, entonces es necesario que pidas ayuda a un profesional y aquí te comparto lo que yo aprendí.

 

1. Ser consciente de la situación:

Hablar con un profesional en la salud mental me hizo entender que todo lo que me ocurría (síntomas y pensamientos) tenían un término clínico, y sentí esperanza cuando me dijeron que era algo controlable. Pero tuve que aceptar que para lograr esa estabilidad deseada, tenía que poner mucho de mi parte.

 

2. Descubrí la raíz de lo que me pasaba:

Debes saber que no es normal pensar diariamente en sucesos del pasado que no te gustaron, que causaron mucho dolor o que te encantaría tener la oportunidad de regresar y cambiarlos. Una depresión se puede originar por diversas causas y existen diferentes tipos, al igual que un trastorno de ansiedad. El especialista te ayuda a identificar los factores que te están afectando y te ayuda a ver las cosas desde un entorno diferente, para erradicar patrones de conducta que te generan las crisis. Esto lo hacen con distintos métodos y técnicas.

 

3. Dejé de victimizarme:

Este es un punto algo crítico pero necesario de compartir. A veces nos frustra la idea de que las circunstancias se descontrolen y no podamos hacer nada al respecto, pero ser una víctima es cuestión de perspectiva. Debes asumir la responsabilidad de tus acciones y de las decisiones que has tomado ya sea en tu pasado o presente. En pocas palabras, somos el reflejo de nuestras decisiones diarias.

 

4. Me ayudó a sentir mejor:

Saber que hay alguien que escucha atentamente, no te juzga y te propone formas de erradicar el dolor es una experiencia muy agradable. Desahogar mis cargas emocionales me hacía sentir aliviada, aunque debo mencionarte que no siempre vas a salir feliz después de cada sesión. Primeramente, depende de tu situación el tiempo que toma tu asistencia a terapias (pueden ser semanas, meses o años) pero mientras más pongas de tu parte, así verás cómo vas mejorando. En mi caso, hubo ocasiones donde salía asustada, porque sabía que tenía que luchar y modificar pensamientos o porque tenía que tomar decisiones muy serias y dejar de hacer algunas cosas que evitaban mi progreso. Y en momentos como esos, es donde te das cuenta que si tú no comienzas a tomar las riendas de tu vida, nadie más lo hará por ti; un psicólogo te orienta, pero no va a cambiar tu vida mágicamente. A esto es lo que me refiero cuando en artículos anteriores te he dicho que las respuestas a tus problemas están únicamente en ti.

 

5. Mejorar el autoestima:

Cuando ya entiendes que eres el único responsable de tu bienestar, las cosas empiezan a cambiar para bien porque tomas decisiones que te aportan. Aprendes a reconocer tus talentos, lo que realmente quieres en la vida y empiezas a ponerte en acción para demostrarte que si puedes y siempre has podido. Sabes que aunque has caído te levantarás con más fuerzas y tomarás esta dura experiencia como una lección de superación y podrás compartirlo con otros para demostrar que si se puede. Así como yo lo estoy haciendo con esta serie de artículos sobre la salud mental.

 

6. Expresar la situación con personas de confianza:

Sé que en ciertos momentos mis cercanos no entendían mi comportamiento tan alejado o tímido, así que consideré comentar lo que me pasaba con quienes me son de confianza y prioridad; porque necesitaba ser comprendida y no quería escuchar más frases que me hacían sentir imposible mi recuperación. Cuando lo dije fue con miedo, por creer que no me iban a entender y esa fue una lección que aprendí: no todos reaccionan igual a noticias como estas, así que aprendí a recibir apoyo de diferentes maneras.

 

Finalmente, acudir a terapia es un acto de valentía; ya que en muchas ocasiones la persona que necesita ayuda no es consciente de que tiene el problema o evita afrontar la realidad. Hace unos meses, alguien señaló que si yo me había recuperado era momentáneamente porque a lo mejor me inundé de medicamentos para estar estable, pero que luego iba a volver a caer en crisis. Lo cual me molestó, porque personalmente en ningún momento recurrí a ningún tipo de medicamentos. Respeto la decisión de quien quiera hacerlo; pero eso es algo diferente, te remiten con otro tipo de especialista y  en mi caso yo opté demostrarme que no iba a ser necesario consumirlos. Hablar estos temas es muy extenso y complicado porque todos tenemos algo que debatir, por eso te invito a informarte sobre todas las dudas que tengas, para evitar asumir todo lo negativo que se escucha.

 Ir al psicólogo ya no debería ser un tabú, pese a que socialmente nos han enseñado que este tema debe ser bien reservado, porque se cree que es única y exclusivamente para personas que se encuentran muy mal, que tienen trastornos considerados muy «graves»,  o que se verán juzgados o tachados de “locos”. Cuando es algo tan normal, como ir al médico general cuando te duele la garganta o al dentista si te duele una muela.  En una de mis historias en Instagram, mostré las estadísticas sobre trastornos de ansiedad a nivel mundial y es increíble los millones de personas afectadas y luego pregunté: ¿Ahora, entiendes porque es necesario hablar de estos temas?

Sé que nadie anda contando cosas malas o privadas de de su vida. Esta experiencia fue muy dura para mi ¡CLARO!, y si lo comparto es porque este en un BLOG PERSONAL y mi objetivo es brindarte información de ayuda a través de mis experiencias. Me pone muy feliz cuando me escriben y me dicen lo mucho que les ha ayudado algún artículo mío, o de quienes me dicen que soy valiente al exponer un tema que nadie se atreve a hablar. Lo único que si he de aclarar, es que este es sólo un proyecto (en el que todavía no tengo definido la cantidad de artículos que tendrá), pero deseo te ayuden mientras se esté desarrollando.

 

GRACIAS POR TU APOYO LEYENDO MI BLOG, nos leemos pronto.

 

©2020, Paola Contreras


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Una respuesta a “6 cosas que aprendí de las terapias psicológicas

  1. Solamente la ayuda profesional nos permite ver nuestro problema como una necesidad de darle solución recurriendo a nuestra fuerza de voluntad para seguir las recomendaciones que nos especifican. Todas son factibles de llevarlas a cabo y ojala que surtan efectos pronto. Todo depende de nosotros mismo. Buena suerte.

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