»Nunca estuvo planeado, sabía que iba a pasar; pero no lo esperaba tan pronto…»
Si esperas leer una razón exacta y concisa de por qué tomé esta decisión, es mejor que te prepares para entender lo que hay en un alma soñadora, quien resume todo lo que hace y quiere en tan solo una cosa: VIVIR.
Hace casi dos años se me dio la oportunidad de viajar por primera vez. República Dominicana me acogió en un impresionante lugar.

¿De ensueño, verdad? Disfrutar de las playas del caribe fue una experiencia inigualable. Sin embargo, en ese tiempo me encontraba viviendo una situación muy critica. No fue fácil para mi lograr tener paz interior incluso estando en ese precioso lugar. Así denomino esto »La historia no contada de un viaje maravilloso». Me gustaría entrar en detalles a cerca de ello. Pero, realmente lo menciono porque después de mi primer viaje, sabía que esto iba a continuar y que desearía recompensar todo aquello que no se disfruto, o que no resulto como esperaba.
Cómo, cuándo, de qué manera, cuánto tiempo iba a pasar, qué necesitaba hacer para lograrlo.
¡NO TENIA IDEA!
Así, pasaban los minutos, horas y días. Como toda joven, (creo) soy más pensamientos y dudas, que respuestas y acción. A pesar de ello, la determinación y valentía es algo que me ha ayudado a crecer en muchos aspectos.
Una de las advertencias más fuertes que me ha dado la vida es aprender a valorar el tiempo, y lo he aprendido en tan mínimos detalles.
Por ejemplo, en mi trabajo. En el cual, tan solo un sencillo segundo, puede marcar la diferencia de manera extraordinaria, afectando o ayudando. En mi vida personal, tratando de organizar todas las cosas del mundo, y termino haciendo otras que aparecieron de imprevisto…
Entre tanta rutina, mi alma no dejaba de darme señales; había algo que se podía hacer, algo que satisficiera a un corazón soñador, aunque pareciera imposible.
Sin saberlo, cada día estaba cosechando una gran oportunidad. En cada sacrificio, lagrima o decepción, había una luz que me estaba dirigiendo al camino directo de los sueños hechos realidad.
No fue nada fácil tomar la decisión de viajar sola, sabía que tenía el tiempo medido; que no podía desperdiciar esos días que había pasado anhelando, después de un largo y cansado año. No hubo un país en especifico, porque ningún anhelo tiene fin o condiciones. Una vez es tuyo, debes aprender a disfrutarlo porque ha llegado para marcar nuestras vidas para siempre y cada vez se presentarán mucho más grandes.
Así como el tiempo me ha dado sus lecciones y advertencias, también las oportunidades me han enseñado que nunca llegarán sólo porque sí.
Las oportunidades no sólo traen ventajas. Estas retan, asustan y llegan a desanimar, porque llega un momento en el que no sabemos qué decidir. Hacen dudar de mil maneras, no se logra discernir lo más conveniente y todo esto se debe por una simple pero poderosa palabra: libre albedrío.
Decidí llevarme por mi libre albedrío, el cual me insto a hacer algo que probablemente en diez o quince años ya no sea tan fácil. No sé que va a suceder tan siquiera mañana, no podía precipitarme o aferrarme a lo que no se ve. El futuro es tan incierto, como esos instantes en los que jamás imagine, que realmente me atrevería a continuar esta travesía tan pronto y todo producto de mi esfuerzo.
Por supuesto, todo se lee como si fue fácil de hacer. Pero, lo primero; decidí mandar a volar al miedo, determine lo que realmente quería y luego empecé a tomar acción para concretar ese plan.
Segundo; debido a que puedo ser independiente para ciertas cosas no lo soy lo suficiente, como para tomar mi maleta e irme, sin decir a donde me dirijo. Este es el punto clave de un hijo que tiene que explicar a sus padres que esta a punto de hacer algo, que aunque parezca una locura, lo ha estado planeando toda su vida; ahora le ha llegado la oportunidad y no la quiere dejar ir. »Me voy a otro país cuando ni siquiera conozco el mio lo suficiente», »aunque no me lo creas tengo todo listo para irme».
Estaba más que lista con las mil probabilidades de respuestas que recibiría después de decir lo que estaba a punto de hacer. La primer pregunta que jamás olvidare en mi vida: ¿Es decir que todo esas locuras (en referencia a mis sueños) que hablabas eran cierto? a lo que yo inmediatamente respondí: »esas locuras, llamadas mis sueños nunca han sido en vano».
¿Porque te comes el mundo tan joven, si yo tarde años en lograr mis objetivos? ¡todo tiene su tiempo! y mi alma sólo expreso: ¿Quién dice que tenemos plenitud de vida para estar posponiendo lo que se puede hacer actualmente? ¿A caso podré lograr estos objetivos ahorita que la vida me pone accesible a ellos a cuando ya este en otro mundo del cual ya no podre volver atrás?.
¿Donde quedaron los planes de *piensa en todo lo material que se te ocurra*?…
Por supuesto, eso no fue solo una discusión sino fue una noche de llanto, pensando que no tenia el apoyo de alguien tan especial en mi vida, para irme feliz hacia mi destino esperado. A pesar de ello, logré entender que esa mala actitud se debía al miedo de aceptar que algo emocionante estaba por darse, y que era momento de solo verme crecer.
Todos tenemos un sueño, una meta, o un objetivo. Algunos sabemos que no es nada fácil, pero tenemos fe que algún día se logrará. Es en ese momento, cuando la vida decide premiarnos inesperadamente. Cuando ella reconoce que no te has dado por vencido y que no has abandonado eso capaz de moverte del confort, entonces decide darte un homenaje y agradecerte a ti, por haber creído en ella. »Nunca estuvo planeado, sabía que iba a pasar; pero no lo esperaba tan pronto…»
Los sueños pueden ser los mismos para muchos. (viajar, publicar un libro, ser un profesional exitoso, tener un trabajo que ames, etcétera). Sin embargo; el valor y peso de estos sueños es diferente para cada quien. Algunos pueden tener más accesibilidad que otros, o simplemente esos sueños comunes no forman parte de las lista deseada de otros individuos. A pesar que no lo había logrado, ya lo daba por hecho.
No se trata de un destino más, sino de un estilo de vida. En el que el triunfo sea todo y el mayor reto seamos nosotros mismos, demostrando lo lejos que podemos llegar…
Recuerda: todo lo que hagas en tu vida impactará de muchas formas. Procura que tu impacto sea positivo. De esa manera, el mundo dejará de ser el mismo y estarás contribuyendo con la vida y motivando a otros a lograr todo lo que anhelan sin perder la fe.
“Viajar es una brutalidad. Te obliga a confiar en extraños y a perder de vista todo lo que te resulta familiar y confortable de tus amigos y tu casa. Estás todo el tiempo en desequilibrio. Nada es tuyo excepto lo más esencial: el aire, las horas de descanso, los sueños, el mar, el cielo; todas aquellas cosas que tienden hacia lo eterno o hacia lo que imaginamos como tal”.
-anónimo.
CONTINUARA…
©2017, Paola Contreras.
Twitter: @paoccontreras
Instagram: @paocontrerasblog
Fanpage: Una vida en Abril
Y porqué no?
Toda decisión libre es una gran decisión
Me gustaLe gusta a 1 persona
¡Excelente comentario! Tienes toda la razón…
Me gustaMe gusta
Yo en breves también me atrevo a viajar a este país sola pero a una zona interior para nada turística…¡A la aventura! La vida es atreverse y… ¿Qué mejor forma que arriesgar en un viaje?
Me gustaLe gusta a 1 persona
Así es, de eso se trata este tipos de aventuras. De explorar todo tipo de lugares, conocer nueva gente y simplemente, ser feliz mientras hacemos lo que amamos.
Me gustaMe gusta
Hola Paola, yo me he atrevido a viajar sola por primera vez a mis 29, lo único de lo que me arrepiento es de no haberlo hecho antes. Está siendo una experiencia brutal, te das cuenta de lo valiente que eres y a dónde puedes llegar tú sola. Ojalá lo hubiera echo a los 19 😉
Me gustaLe gusta a 1 persona
¡Hola! ¡Felicidades por tan atrevida y linda decisión! Al hacer esto, te vuelves un ejemplo de que TODOS podemos hacer lo que nos llena de alegría el corazón, porque conozco muchos casos de gente de tu edad, quienes están ´´enfrascadas´´ en una mentalidad que no los deja atreverse y darse cuenta de todo lo que pueden hacer, creen que dado al tiempo perdido, no se puede comenzar. ¡Jamás es tarde!
Definitivamente, viajar nos transforma en muchos aspectos.
Me gustaLe gusta a 1 persona