Paola Contreras Blog

El día lunes dije adiós a mis vacaciones de aproximadamente dos meses. Poco a poco me voy acoplando a mi nueva rutina diaria y entre nuevos cambios/retos había olvidado uno por completo. Hasta ayer…

Meses antes de mi graduación ya tenía una idea de qué haría y estudiaría este año. Por lo tanto, ya sabía cuál era la ubicación del lugar en donde actualmente recibo clases. Durante dos años transite el mismo lugar, sin tomarle importancia a mi alrededor; hasta en una ocasión en que estuve observando el transitar de la gente y pude analizar sobre cómo todos los días, podemos pasar a la par de una persona que necesita ayuda y nos da lo mismo, cuando en un pequeñísimo gesto aportamos demasiado para ellos.

Claro, todos somos necesitados en cualquier aspecto. Pero tan solo el hecho de hacer una buena obra todos los días nos hace crecer y ser diferentes. Por lo general, hacemos muchas sin darnos cuenta… Pero hay otras que deberían hacernos sentir muy bien, porque simplemente estamos ayudando a alguien. Tratamos de disfrutar la vida como mejor nos sintamos, pero no se puede ser egoísta cuando otros también quisieran tener nuestras oportunidades.

No tenía planeada esta entrada, pero es un buen mensaje de reflexión si tan solo analizamos: «Si yo tengo un hogar, puedo comer lo que se me antoje, estudio o tengo un trabajo que es pesado, pero… ¡Tengo un trabajo!, me consiento comprando lo que quiero aunque no me sea necesario siempre, estoy a la vanguardia de todo…  ¿Cuántos desearían estar en mi lugar?» Y aun así no valoramos lo que tenemos, ni lo que hacemos; nos quejamos porque es un día más y hay que continuar la «aburrida y nefasta» rutina o en el mejor de los casos siempre ponemos una buena actitud al día, pero no hacemos al menos una buena obra o personalmente no nos sentimos bien. ¿En realidad estamos viviendo?

Hacer estas obras sin decirselas a nadie es lo mejor que se puede hacer ya que la satisfacción es nuestra y no es de interés de los demás. En esta ocasión, mi pequeña comunidad de lectores, les animo a tomar la decisión de ayudar siempre que podamos…

Un nuevo día comienza, escuchemos música, sonriamos y demos lo mejor de nosotros en todo lo que hagamos…

                                                                                                                                                 -Paola.