Nuevamente es la oscuridad y yo.
¿Será hora de emprender un nuevo viaje?
Mi alma necesita salir de estas cuatro paredes, es momento de empezar a recorrer la ciudad bajo la lluvia.
¡Qué hermosos lugares! ¡Logré salir!
Mientras camino en medio de esos árboles, el frío recorre mi cuerpo.
El cual es un placer sentirlo…
Observando esas luces que me indican seguir caminado, mientras disfruto de estar a solas conmigo misma.
¿Y qué decir, de la música? ¡Já! Sin duda siempre dando más toques de satisfacción a mis viajes.
Pasan los minutos, ya casi es momento de regresar, pero aún no quiero. Debo descansar de ese lindo paseo.
Finalmente regreso a mi habitación, con la satisfacción de haber salido a encontrarme con la lluvia y la ciudad nuevamente.
Pero, antes de entrar a donde pertenezco, el pensamiento de que llegue el día en que aparezca una compañía, que me enseñe los lugares que el ya ha disfrutado vino a mi…
¿Lo encontraré algún día?
Tienes suerte, yo ya no puedo salir con la lluvia porque si no el bebé se moja jajaja
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irónico lo que diré, pero yo no puedo salir bajo la lluvia porque soy asmática, esas entradas son cosas que me gustarían hacer sin enfermarme 🙂
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Ohhh, entonces ya somos dos que no salimos! 😦
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Que bonito! Me gusta como esta escrito(: Te sigo! Ay, y si te apetece pásate por mi blog y me cuentas que te parece! (:
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Gracias, ya paso a leerte. ¡Saludos! 🙂
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